Luz Elena Pino

Un 7 de noviembre nació en Medellín, mi muy querida, sonriente y generosa estrella… 🌟Luz Elena Pino Lloreda, coordinadora de Formación Católica deMano Amiga Bello, Colombia.
Es la hija menor de Juan de Jesús Pino Bejarano y María Lloreda Maturana, quienes aún la acompañan con su ejemplo, amor y enseñanzas. Tiene dos hermanos mayores, Horacio y Juan Carlos a quienes ama infinitamente.
Casada hace 25 años con Fabio Perea, con quien disfruta de la bendición de ser mamá de Julián Esteban de 24 años, abogado titulado y laborando en su profesión, y de Laura Manuela de 18, estudiante de primer semestre de comunicación social. Ambos estudiaron en el colegio Mano Amiga Bello, Julián desde jardín hasta séptimo; Laura ingresó en décimo, es egresada del colegio y es una niña Mano Amiga desde antes de nacer, fue responsable del Ecyd, misionera y participaba de todas las actividades apostólicas y de participación social que se realizaran.
Luz Elena es Tecnóloga en educación preescolar, Licenciada en básica primaria con énfasis en Lengua Castellana y especialista en Administración de la Informática Educativa. Ha tenido la fortuna de estar vinculada a la institución desde 1998 donde inició como docente de preescolar; estuvo ausente durante 4 años, del 2012 al 2016, y regresó para acompañar desde la parte directiva como coordinadora de Formación Católica. En el colegio ha hecho de todo un poquito, desde pegar publicidad hecha a mano para que la comunidad se enterara de un nuevo colegio, tocar puertas buscando niños en edad escolar e invitar a las familias al colegio dar a conocer la obra como tal, con el ánimo de que matricularan a sus hijos e ir abriéndose paso como Institución educativa y evangelizadora, motivar y trabajar arduo con el fin de recolectar fondos y viajar en dos oportunidades a ciudad de México para que los jóvenes del Ecyd participaran del encuentro de responsables en esa ciudad.
Nos dice Luz Elena que historias para contar, tiene miles; experiencias significativas, algunas muy tristes, pero en su mayoría, de gran satisfacción por la labor que desempeñan, no solo de formadores, sino de ejemplo a los ojos de Cristo y siendo parte de la misión evangelizadora.
Para Luz, Mano Amiga es su otra familia, una familia en la cual todos crecen y comparten saberes, lloran, ríen y están para los demás; y más que nada, donde pueden ver el amor de Dios reflejarse en cada persona de la comunidad. Mano Amiga es el lugar donde se ha hecho como docente, siente que es mejor persona desde que respira y vive Mano Amiga, pues el conocer el movimiento y ser parte de la obra, empieza a cambiar la vida de las personas y de sus familias, se van transformando, convirtiéndose en instrumentos del plan de Dios.
Son tantas las anécdotas para contar, que Luz no sabía por dónde empezar o cual sería más significativa. La han marcado muchísimas experiencias vividas, de algunas se ríe nuevamente, otras las recuerda con nostalgia o con tristeza. Quiso centrarse en algunas, que han dejado huellas en el corazón de grandes y chicos.
Ferney, un egresado de Mano Amiga que estudio 12 años de su vida en la Institución, a quien Luz atendió en su proceso de formación por 8 años, falleció por leucemia hace casi 3 años. Luz lo acompañó virtualmente durante su enfermedad, pues no se podía visitar, y antes de fallecer escogió solo a tres personas para despedirse y una de esas fue su miss de lengua castellana y formación católica, Luz Elena Pino. Es un sentimiento que Luz no sabe cómo explicar; cada vez que lo recuerda afloja lágrimas en sus ojos, pero a la vez la llena de gran satisfacción, pues sabe que lo que compartió con él, lo recibió con mucho amor.
En una oportunidad, Luz acompañó a su esposo a urgencias odontológicas y la doctora que lo atendió fue Melissa, una egresada de Mano Amiga, quien demostró con su profesionalismo todos los valores y virtudes promovidos en la Institución. Era una estudiante muy pila, pero bastante inquieta, poco normativa, siempre llevándole la contraria a las reglas o parámetros establecidos. Era la estudiante que si le decías “tu uniforme está muy alto”, al día siguiente llegaba con él a media pierna… Al finalizar la consulta, Melissa le agradeció a Luz por la formación recibida en la institución y hoy, es su odontóloga de cabecera.
En el grado de transición, Luz recibió a una niña llamada Ana Cristina y la acompañó hasta finalizar la secundaria. Ana Cristina dice que Luz, es su mayor ejemplo a seguir y decidió cambiar de carrera para ser docente, porque en el colegio le enseñaron que los talentos deben ser puestos al servicio del otro.
En las misiones, Luz siempre resalta el amor que les transmiten las personas de las veredas que visitan y no se cansa de decir: “vamos a evangelizar y siempre somos nosotros los evangelizados”, pues encontrar las puertas abiertas de las casas, para que los misioneros de Mano Amiga entren y bendigan su hogar, los llena de amor. El no querer ir a la última casa de la zona de misión por lejana y/o por difícil acceso y luego llegar y encontrar una mujer mayor, oxígeno dependiente, postrada en su cama, que les diga: “los estaba esperando”, afirma Luz con mucho sentimiento: “de verdad que arruga el corazón y nos motiva a seguir adelante”.
Entre risas y ternura, recuerda Luz como algo muy chistoso y de lo que algunos se sorprenden, que con un grupo de jóvenes vendiendo limonadas y arepas en el colegio, lograron ir a México y tener una experiencia inolvidable.
Con la expresividad que la caracteriza, asegura Luz Elena, que si continuara escribiendo, nunca terminaría, porque son muchas las historias que recuerda y le ensanchan el corazón, pero lo más significativo para ella: “es poder mirar el retrovisor de la vida y saber que haciendo cosas sencillas pero con amor, dejamos huella en el corazón de quienes nos rodean, dejando que Dios obre en nosotros y siendo su instrumento en la tierra”.
Luz Elena es alegre, optimista y con una sonrisa contagiosa. Es una evangelizadora nata, empática, resiliente, generosa y desprendida de tiempo y bienes materiales, porque para ella, lo importante son las almitas que Papá Dios ha puesto a su cuidado.
Gracias Luz Elena, por tu granito de arena para que Mano Amiga sea cada día un lugar mejor, por ser 🌟“estrella que deja huella”, por tu testimonio de vida, llevando a Papá Dios a cada rincón, siendo ejemplo y modelo para tantos estudiantes que han pasado por tus aulas, y para quienes hemos tenido el placer y el honor de trabajar contigo, conocer tu esencia y ver la grandeza que hay en tu corazón. ¡Dios te bendiga! 💫
Si deseas hacer un aporte a Mano Amiga Venezuela, puedes hacerlo a través de su página web: www.manoamigavenezuela.org, escribiendo un email a manoamigavenezuela@gmail.com o por los teléfonos +58 (212) 9850540 y +58 (212) 2581107 ¡Gracias! 💙
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